La Policía se la lució con el operativo en una residencia del sector Los Tres Ojos
para conseguir que al cabo de siete horas de persuasiones se rindieran, sin que sonara un solo disparo, cinco presuntos delincuentes armados que eran perseguidos por asesinatos, asaltos y otros delitosPero esa es la Policía, un cuerpo que sabe cómo proceder en todas las circunstancias y no la banda de asesinos y delincuentes comunes con la que cuestionados defensores de la seguridad, el orden y la paz suelen identificarla desde que uno de sus miembros incurre en algún exceso. Y a veces hasta sin ningún motivo.
Al margen de la tensión generada por el operativo policial, la vida de dos mujeres y dos niños que estaban con los perseguidos jamás corrieron peligro. Al contrario, el general que encabezó el operativo, Héctor García Cuevas, garantizó que nadie sufriría ni un rasguño, como en efecto, si se entregaban voluntariamente.
Como querían más garantías de las que les habría ofrecido el director regional Este y el fiscal de la provincia Santo Domingo, licenciado Perfecto Acosta, exigieron la presencia del reverendo Osvaldo Sánchez, de la escuela parroquial Paz y Bien, de Capotillo. Y se les complació.
El incidente permitió a la Policía exhibir esa capacidad y eficiencia para lidiar con la criminalidad en una sociedad con los niveles de atraso e injusticias de que hasta sus propios agentes son víctimas. ¡Digámoslo!
¿Y la tarifa?
Con la reducción experimentada a partir de hoy, el precio de los combustibles ha descendido lo suficiente como para que empresas y chóferes del transporte introduzcan una sustancial rebaja en la tarifa tanto de pasajeros como de carga. De verdad irrita que los usuarios tengan que pagar el servicio como cuando el gasoil y las gasolinas rondaban los 200 pesos el galón.
Si por esa política de evitar conflictos el Gobierno no puede obligar a los chóferes a que adecuen la tarifa serán los propios consumidores quienes tendrán que tirarse a la calle para reclamar un poco de justicia social. Con los 12.60, los 10.30 y 8.50 que bajaron las gasolinas Premium y Regular, así como el gasoil, la caída en los precios de esos componentes asciende a unos 30 pesos, pero la tarifa por el servicio de carga y pasajeros no ha tenido ninguna variación. Hasta el gas licuado de petróleo, que es el carburante que utiliza la mayoría de los carros públicos, bajó 5.30 el galón para venderse a 69.34 pesos.
todo. Pero en los casos de las tarifas para el transporte de pasajeros y de carga no debe haber ninguna excusa para adecuarlas a los precios de los combustibles. Es lo que demanda la racionalidad.
